Os resumimos el artículo que nuestro compañero Enrique José Martí Albella (nº col. 618) ha publicado en la revista digital de Muy Interesante. Enrique es licenciado en Ciencias Físicas con especialidad en Electrónica e Informática y tiene un máster en Dirección de Empresas.
¿Qué es el hidrógeno verde?
El hidrógeno verde se perfila como una de las alternativas más prometedoras para la transición hacia una energía limpia y sostenible. A diferencia del hidrógeno gris, que se obtiene a partir de gas natural con altas emisiones de , y del hidrógeno azul, que también proviene de combustibles fósiles pero con captura parcial de , el hidrógeno verde se produce mediante electrólisis del agua utilizando electricidad proveniente de fuentes renovables, como la solar o la eólica. Este proceso no genera emisiones contaminantes, lo que lo convierte en una opción atractiva para reemplazar al gas natural y la gasolina en diversos sectores industriales y de transporte.
Aplicaciones del hidrógeno verde
Una de las ventajas del hidrógeno verde es su capacidad para integrarse en infraestructuras existentes. Por ejemplo, los motores y depósitos de vehículos actuales pueden adaptarse con mínimas modificaciones para utilizar hidrógeno como combustible, facilitando así su implementación en la automoción y maquinaria industrial sin necesidad de una transformación radical de las infraestructuras actuales.
Desafíos y oportunidades
La producción de hidrógeno verde enfrenta desafíos técnicos y económicos. Cada kilogramo de hidrógeno requiere aproximadamente 9 litros de agua purificada. Aunque el 70% de la superficie terrestre está cubierta por agua, la necesidad de utilizar agua de alta pureza y los procesos de desalinización necesarios en zonas costeras pueden generar subproductos como la salmuera, cuya descarga en el mar puede dañar los ecosistemas marinos. Además, la desalinización requiere un consumo energético adicional, lo que incrementa el coste final del hidrógeno.
Otro aspecto por considerar es la eficiencia energética del proceso. De cada 100 unidades de energía invertida en la producción de hidrógeno verde, solo 25 unidades se obtienen en forma de hidrógeno. Esto limita su aplicabilidad a proyectos específicos y plantea interrogantes sobre su competitividad frente a otras fuentes de energía.
A pesar de estos desafíos, el hidrógeno verde representa una oportunidad estratégica para la descarbonización de sectores difíciles de reducir, como la siderurgia, el cemento y el transporte pesado. Además, España, con su abundante potencial en energías renovables, se posiciona como un actor clave en la producción de hidrógeno verde en Europa.
En conclusión, el hidrógeno verde ofrece una vía prometedora hacia un futuro energético sostenible. Aunque enfrenta desafíos técnicos y económicos, su potencial para descarbonizar sectores industriales y energéticos lo convierte en una tecnología estratégica para combatir el cambio climático y avanzar hacia una economía baja en carbono.
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