Nuestro compañero radiactivo: el gas radón

Nuestro compañero radiactivo: el gas radón

 

Introducción

Existe en el universo un diminuto planeta denominado por el gran Carl Saganla canica azul”. Es un punto azul, insignificante a escala universal que se encuentra cerquita de una estrella igualmente insignificante, el Sol. Pero resulta que esta pequeña canica es el hogar de más de 8000 millones de seres humanos, animales, vegetales, minerales, etc.

Esta pequeña canica, resulta que es radiactiva y la principal fuente de radiación a la que se ven expuestos los seres humanos que habitan la canica es un gas muy peculiar que se llama radón.

Nos podemos remontar varios siglos, hasta el XVI, para encontrar evidencias de enfermedades en los pulmones en los mineros de las minas de plata de Sajonia que hoy podemos atribuir sin duda alguna a una exposición elevada al gas radón.

Un poco más cercano a nuestros días, a principios del siglo XX, Ernest Fredrich Dorn descubrió el gas radón como resultado de las emanaciones gaseosas del elemento radio que había sido descubierto por Marie S. Curie y su marido Pierre años antes.

Desde entonces y hasta nuestros días, los estudios del radón y sus descendientes se han empleado en numerosos campos de la física, meteorología, geofísica, exploración minera y evidentemente también se han estudiado sus efectos en la salud.

A fecha de hoy, no tenemos ninguna duda de que la exposición a gas radón es una de las causas de cáncer de pulmón y, entre los no fumadores, es la principal causa de esta enfermedad. La proporción de los casos de cáncer de pulmón atribuibles a una exposición a gas radón se estima entre un 3% y un 14% dependiendo de cada país y de los métodos de cálculo que se empleen.

Aspectos físicos

Desde un punto de vista meramente físico, el radón es el elemento químico 86 y pertenece al grupo de los denominados gases nobles. Debido a esta característica, el radón no genera (al menos no lo hace de forma simple) enlaces con otros elementos químicos y de este modo prácticamente la totalidad del radón que inhalamos lo exhalamos.

En cuanto a sus características radiactivas, el radón tiene tres isótopos principales, 222Rn, 220Rn y 219Rn que se denomina respectivamente radón, torón y actinón. De forma general y, salvo que especifiquemos lo contrario, siempre que hablamos de radón nos referimos al isótopo 222Rn. Estos tres isótopos principales pertenecen a su vez a las series radiactivas del 238U, 232Th y 235U y dado el carácter gaseoso del gas introducen desequilibrios en cada una de dichas series.

En cuanto al periodo de semidesintegración, para el caso del 222Rn se trata de 3.82 días, siendo para el 220Rn y el 219Rn este periodo de 55.6 s y 3.96 s respectivamente. Es por esta razón que el principal foco se pone siempre en el estudio del isótopo 222Rn, siendo la exposición a gas torón un problema mucho más local.

Hablando del 222Rn, sus principales descendientes son los isótopos 218Po y 214Po, ambos emisores alfa y el 214Pb y 214Bi, que son emisores beta. Estos cuatro isótopos se denominan descendientes de vida corta del radón. Existen otros dos descendientes que tienen también cierta importancia pero periodos de semidesintegración más largos como son el 210Pb (emisor beta) y el 210Po (emisor alfa).

Por lo que respecta a las energías de los isótopos emisores alfa, debemos indicar que son energías relativamente elevadas: 5.489 MeV (222Rn), 6.002 MeV (218Po) y 7.687 MeV (214Po).

 

el gas radon

¿Cómo se mide el radón?

Existen muchos métodos de medida, pero en general los podemos clasificar en métodos activos y pasivos. La elección de uno u otro método dependerá de muchos factores como el tiempo de exposición, si se necesita una medida pasiva o una serie temporal de datos (medida activa), si medimos en un centro de trabajo o en un domicilio, etc.

Es muy importante tener claro qué tipo de medida se va a realizar para elegir el instrumento adecuado. Pero, en cualquier caso, y especialmente en el caso de la medida con detectores pasivos, la medida debe llevarse a cabo por entidades cuyos procedimientos de medida estén acreditados según la norma ISO 17025.

Esta es una garantía de que los métodos de medida han sido verificados por auditores externos a la entidad y se ha comprobado que cumplen con todos los requisitos de la norma internacional ISO 17025. Se trata de una norma de carácter técnico que implica un elevado nivel de competencia en la entidad que la posee.

Es muy importante destacar que la acreditación ISO 17025 se refiere al servicio de medida y no a la entidad que lleva a cabo la medida. En otras palabras, puede haber laboratorios que tenga el servicio de medida acreditado para un ensayo de radón con detectores pasivos a larga exposición, pero no lo tengan para detectores pasivos a corta exposición o por métodos en continuo.

Siempre se debe preguntar a la entidad que lleva a cabo la medida el alcance de su acreditación .

Fuentes de gas radón y mapas

En cuanto a las fuentes de gas radón, las principales son, por este orden, el suelo, los materiales de construcción y el agua.

Aunque existen numerosos mapas que indican el riesgo de que una zona presente un determinado nivel de radón, es muy importante indicar que jamás se deben emplear los mapas para evaluar el riesgo de un edificio en concreto.

La única manera de conocer el contenido de radón en un edificio es mediante la realización de una medida en dicho edificio. Los mapas son herramientas que emplean modelos estadísticos basados en medidas reales, pero nunca son válidos para conocer la concentración de radón en un lugar concreto. Del mismo modo, la variabilidad de las concentraciones de radón es muy elevada y dos edificios adosados uno al otro puede tener concentraciones de radón muy diferentes.

Legislación aplicable

En la actualidad hay dos normativas que debemos emplear. Por un lado, tenemos el código técnico de la edificación, que entró en vigor el 23 de septiembre de 2020.

En este documento se establece la obligatoriedad de llevar a cabo medidas de radón en los edificios en determinados casos. Las medidas se deben realizar por entidades acreditadas ISO 17025 y el nivel de referencia son 300 Bq m-3.

El otro documento de referencia es el Real Decreto 1029/2022, de 20 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento sobre protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a las radiaciones ionizantes.

El Real Decreto 1029/2022 establece un nivel de referencia de concentración anual promedio de gas radón en los puestos de trabajo. Este nivel es, al igual que en el caso del Código Técnico, 300 Bq m-3. Al igual que sucede en el Código Técnico, las medidas se deben llevar a cabo por entidades cuyos métodos estén acreditados ISO 17025 y siempre empleando medidas de larga exposición.

Conclusiones

Terminamos indicando que el radón también forma parte de la calidad del aire ambiental o CAI (IAQ por sus siglas en inglés – indoor air quality). Es un parámetro más de la contaminación del aire interior que debe ser medido y tenido en cuenta cuando se realizan estudios de calidad del aire interior.

Su medida y su remedio es vital para protegernos de este gas natural que genera cáncer de pulmón. Su medida y su remedio son sencillos en la mayor parte de los casos.

No debemos olvidar que el problema de la exposición a gas radón es un problema de salud pública y su enfoque debe necesariamente abordarse desde una perspectiva multidisciplinar.

Las técnicas de medida se basan en fundamentos físicos que son perfectamente conocidos. Pero el remedio y prevención de la entrada de radón en los edificios necesita de expertos para abordar el problema.

Estamos ante un problema de salud pública, que se debe necesariamente incluir en los aspectos de la calidad del aire e igualmente los riesgos laborales. Pero el problema tiene solución.

Para terminar, no debemos olvidar que la única forma de conocer el nivel de radón dentro de un edificio y de llevar a cabo un análisis del riesgo es mediante una medida in situ dentro del edificio.

 

Autor: José Luis Gutiérrez Villanueva , colegiado nº 5258 y miembro de la Comisión de Radón del COFIS.

 

Imágenes con licencia de Wikimedia Commons:

Electron_shell_086_Radon.svg: Pumbaa (original work by Greg Robson)derivative work: Kizar, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons
Albedo-ukr, CC BY-SA 2.5, via Wikimedia Commons

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